Nos encontramos en la era de la sobre carga energética. Cada día se nos suman más y más actividades que nos convierten en personas multitasking o capaces de resolver aquí y allá, casi de manera inconsciente, cada nueva tarea que se nos impone. Y digo inconsciente porque en la dinámica del día a día (desde el trabajo, hogar, ámbito social y personal), el mundo nos va llevando hacia un algo más por hacer, algo más por dar. Es así como inmersos en su evolución y competencia constante, alcanzamos cada cosa no solo con esfuerzo, pero también con aquella sensación o culpa de no estar dando lo «suficiente».
Pero lo cierto es que mientras el planeta siga girando y el ser humano siga avanzando, nada será del todo suficiente, pues si lo piensas, cuando algo se hace «suficiente» se convierte en estático o privado de su evolución o movimiento, pues ya ha alcanzado su límite. Cuando no somos conscientes de esta realidad, cada nueva tarea o compromiso solo nos aportará más y más energía a nuestro centro emocional, hasta saturarlo o hacerlo explotar.
Sin embargo, creo que no se trata de dejar de esforzarnos, sino de buscar el balance pensado desde nuestra consciencia. Estoy convencida de que exigirnos eleva nuestra naturaleza personal y nos lleva a la excelencia, pero debemos hacerlo de una manera en la que sintamos que honramos nuestro propósito y no nuestro ego. Así como lo menciona uno de los libros más poderosos que he leído en términos de transformación y crecimiento: «Haz siempre lo mejor que puedas. Si siempre haces lo mejor que puedes, nunca te recriminarás ni te arrepentirás de nada» —Dr Miguel Ruiz en su libro titulado «Los cuatro acuerdos».
La elección diaria de priorizar el cuidado de uno mismo nos puede llevar a una experiencia de amor propio y totalidad—Dr Kelly Brogan
Pienso que de eso se trata la vida, de hacer lo mejor que puedas; y agrego: poniéndote a ti como prioridad. Inicia dando lo mejor que puedes contigo, para luego hacerlo con todo lo que te rodea. En este orden le apuestas a tu verdadero equilibrio.
De modo que desde ahora, insuficiente, es un término que también empezarás a replantear cuando se trata de etiquetar tus acciones diarias. Si lo interiorizas de esta manera y sin juzgarte, tu mente abrirá un espacio consciente para el auto-cuidado o amor propio para incluir en tu rutina aquellas actividades que puedes hacer por ti, para tu propio bienestar personal y emocional.
Poco a poco te enfocarás en pequeñas acciones que te darán una verdadera recarga energética para abrazar las nuevas y transcurridas tareas de tu día.
El amor propio a nivel del alma es el catalizador para la curación en todos los niveles, lo que a su vez impulsa nuestro nivel de autoestima
¿Es posible lograr este balance?
Seguramente te preguntarás: Cómo lograr un balance entre mis multi-deberes del día y el autocuidado, si no tengo tiempo suficiente?
Es absolutamente posible tener un balance entre lo que hacemos por nosotros mismos y lo que hacemos por los demás, porque el Amor Propio no tiene nada que ver con el Tiempo. El autocuidado no es una tarea, es un estado. Es una condición de vida. Yo diría, es la experiencia de darle valor a ser tú en medio de todo. Esto es, honrar la esencia de tu ser.
Hoy día, muchos psicólogos o life coaches motivan a sus pacientes hacia la práctica del autocuidado como un impulso para sanar sus emociones, hallar balance y felicidad. «Equilibrar el amor propio y cuidar de los demás se comienza reconociendo y aceptando que es posible que puedas hacer ambas cosas de manera efectiva. El amor propio a nivel del alma es el catalizador para la curación en todos los niveles, lo que a su vez impulsa nuestro nivel de autoestima» asegura Teigan Draig, Life Coach de la vida espiritual y madre ocupada, Ohio. Esto nos recuerda que ponernos como prioridad no es ser egoístas; es una necesidad emocional que ayuda a salir del circuito del autodestructivismo y el auto-sabotaje. «El primer paso para encontrar tu fuego es aprender a amarte a ti mismo. El cuidado personal y el amor propio son un paquete de bienestar total.»
Es absolutamente posible tener un balance entre lo que hacemos por nosotros mismos y lo que hacemos por los demás, porque el amor propio no tiene nada que ver con el tiempo.
¿Cuales son los beneficios del autocuidado?
Existe una larga lista de los beneficios que nos regala practicar el autocuidado o amor propio, sin embargo vale la pena destacar:
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Sensación de Paz.
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Mayor seguridad.
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Armonía en nuestras relaciones interpersonales.
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Mayor relajación.
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Se estimula nuestra creatividad.
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Mejora la concentración.
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Aumenta la productividad.
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Disminuye la irritabilidad, ira, miedo, vergüenza, culpa, estrés.
«El auto-cuidado es esencial para que podamos rechazar el volumen de la crítica interna, dejar de complacer a la gente y tomar decisiones que nos honren » Hassler.
¿Cómo practicarlo?
Empieza con pasos de bebé. Pequeñas acciones durante el día te llevarán a sentir los beneficios de practicar el Amor Propio. Poco a poco, el subconsciente guardará cada experiencia y fortalecerá tu creencia sobre todo el amor que eres capaz de recibir de ti, del cual eres absolutamente merecedor(a).
Establece un espacio para tus planes y limitaciones. Crea un espacio cómodo totalmente a tu gusto donde puedas tomarte unos minutos para respirar, reflexionar, cerrar los ojos, soñar, recordarte que has venido a este mundo para ser feliz, para ser, y para co-crear amor. Abrazarás cada nuevo día con positivismo, aceptación y claridad, sin importar lo que pase.
Viaja hacia dentro. Abandónate en los deseos que provienen directamente de tu corazón, lejos del ego. Visualiza en forma de velos sobre tu cabeza todo aquello que inconscientes se nos han sido impuesto por la sociedad, la competitividad, o paradigmas, o por antiguas reglas que de niños nos marcaron. Imagina tus manos quitando estos velos uno tras otro, esos que aveces nos impiden actuar con naturalidad, luego esos que quizás usamos para intentar encajar con los demás, luego esos que a veces no dejan ver lo que en realidad somos y que en ocasiones nos obligan a decir «si» cuando en realidad queremos decir «no». Quita tantos como puedas.
Aférrate a tus deseos y expectativas por encima de cualquier cosa, y valora cada segundo como oportunidad para regalarte todo lo que tu corazón merece.
El primer paso para encontrar tu fuego es aprender a amarte a ti mismo. El cuidado personal y el amor propio son un paquete de bienestar total.
Pequeñas ideas para practicar Amor Propio:
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Crea una playlist de tus canciones favoritas y nómbrala «Amor Propio». Escúchala camino al trabajo, organizando tu casa o mientras haces ejercicio.
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Experimenta la brisa. Cerrar los ojos y siente cómo toca cada parte de tu rostro.
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Empieza tu día regalándote un desayuno suficiente y saludable.
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Toma una copa de vino antes de dormir.
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Mientras te bañas, cierra los ojos y centra tu atención en el agua cayendo por tu cuerpo. visualízala limpiándote y llevándose tus preocupaciones, miedos y malos pensamientos por el desagüe.
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Recuerda, solo tú pones los limites.
